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David enfrentó a un gigante filisteo de tres metros de altura con astucia.
Observó detenidamente a Goliat y notó que estaba armado hasta los dientes: espada para el combate cuerpo a cuerpo, jabalina para ataques a distancia y lanza para asaltar desde veinte o treinta metros. Pero David cambió las reglas del juego: con una simple piedra y una honda, derrotó al gigante a más de cien metros de distancia.
De la misma manera, cuando nos encontramos con personas agresivas que despliegan su arsenal de confrontación, debemos cambiar el escenario. Si nos enfrentan por correo electrónico, optamos por una conversación cara a cara. Si insisten en discutir en persona, solicitamos que pongan sus palabras por escrito. Si nos imponen un tiempo para hablar, desafiamos sus límites.
Es crucial recordar que, aunque podamos ganar la batalla impuesta, si no la elegimos, perdemos. La agresividad es el disfraz de la inseguridad, y quienes la utilizan buscan en el conflicto una falsa sensación de poder y emoción. Cambiemos el juego y desarmemos la confrontación con inteligencia y calma.
El maltrato verbal es una forma de abuso que puede tener un impacto profundo en nuestra salud emocional y bienestar. Las palabras pueden ser poderosas armas que hieren profundamente, dejando cicatrices invisibles en nuestra autoestima y confianza en nosotros mismos. Cuando alguien nos maltrata verbalmente, es fundamental aprender a responder de manera empoderada y protegernos del daño emocional. Aquí hay algunas estrategias para enfrentar el maltrato verbal de manera efectiva:
Mantén la calma:
Ante el maltrato verbal, es natural sentirse herido, enojado o frustrado. Sin embargo, es importante mantener la calma y no dejarse llevar por la ira o la impulsividad. Respira profundamente y tómate un momento para recoger tus pensamientos antes de responder.
Establece límites saludables:
No tienes que tolerar el abuso verbal de nadie. Es importante establecer límites claros y comunicar de manera firme y respetuosa que no aceptas ese tipo de comportamiento. Por ejemplo, puedes decir: “No estoy dispuesto/a a aceptar hablar de esa manera. Te pido que me trates con respeto”.
No te involucres en el juego:
A veces, las personas que maltratan verbalmente intentarán provocarte o sacarte de tus casillas. No caigas en la trampa y no te involucres en discusiones o confrontaciones innecesarias. Mantente firme en tu postura y retírate si es necesario.
Busca apoyo:
No enfrentes el maltrato verbal solo/a. Busca el apoyo de amigos, familiares o profesionales de la salud mental que puedan brindarte ayuda y orientación. Compartir tus experiencias con personas de confianza puede ayudarte a sentirte respaldado/a y fortalecido/a.
Practica el autocuidado:
El maltrato verbal puede dejar secuelas emocionales difíciles de superar. Dedica tiempo a cuidar de ti mismo/a y a sanar las heridas emocionales. Practica actividades que te hagan sentir bien, como el ejercicio, la meditación, o la escritura.
Enfrentar el maltrato verbal no es fácil, pero es importante recordar que mereces ser tratado/a con respeto y dignidad en todas tus relaciones. No tengas miedo de buscar ayuda si te encuentras en una situación de abuso verbal. Juntos, podemos crear un entorno donde el respeto y la compasión sean los pilares de nuestras interacciones.
Bernardo Stamateas.